Todas las noches subía,
a contemplar las estrellas,
pensando que nuestro amor,
brillaría como ellas.
Te sigo echando de menos,
más que a ti a las estrellas,
te las llevaste tú todas,
escondidas en la chaqueta.
Ahora contemplo la luna,
la soledad y la ausencia,
contemplo tus ojos negros,
encerrados en un sueño.
No creo que me conozcas,
ni tan si quiera que vivo,
pero eso a mi no me importa,
me sirve con admirarte,
con leerte, con soñarte...
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