25.4.17

Mañana

Tengo los sueños colgados de las pestañas.

De vez en cuando caen,
se resbalan, por mis mejillas.
Dejan un sabor salado en los labios
y amargo en el corazón.

Entonces sé que los he perdido
y suena el despertador,
o la vida.
Me da igual como lo quieras llamar.

A solas me visto de sentimientos
que cubro con jerséis viejos,
y, recojo todos los recuerdos
en una coleta despeinada.

Desayuno promesas rotas,
y me marcho,
como quien no quiere volver,
con las botas negras,
desgastadas,
de tanto huir del ayer.