Fénix

Se está quemando el fuego con tanto hielo.

Y a ti,
ya se te han congelado las ideas
que arrasaban con viento y marea
para llegar
a la sombra más cercana.

Ven.
Pero sin correr.

No vueles más alto que el fénix.
No grites más fuerte que el líder.
No seas más que nadie
(ni menos que ninguno).

No seas
ningún referente.

Y vete guardando las fuerzas,
que es mejor vivir mucho,
que vivir intenso.

Por eso,
publica:
"No soy yo,
es mi silencio".

Guerra

Hoy, desde la última vez que te vi,
me he puesto el vestido negro.

El que se ha caído mil veces hasta mis tobillos.

Precediendo a tus manos,
acariciando mis caderas.

Y me he pintado las uñas,
a juego con mis labios rojos.

Hojeé revistas que mentían,
tanto como tú,
al hablar.

Y salí victoriosa
de tu brazos de espinas
y tu lengua de fuego.

Pero dame tregua,
que estoy lamiéndome las heridas
de la guerra,
que acabé yo
conmigo
misma.