4.8.19

Príncipe Pío

Me gusta perderme por Madrid,
de tu mano.
fingir que no conozco esta calle,
esa plaza,
y poner ojos de niña ilusionada.

Me arrastras de la muñeca
porque no quieres que me pierda nada,
frunces el ceño hasta que yo ya no río.

Y cuando estoy triste,
te pienso.
Y me vuelvo a dejar arrastrar por Madrid
con todas sus esquinas, sus manías
y tus manos.

Simpre me quedarán tus manos.

Yo dejo que me guíen,
porque ellas no saben,
que yo ya hice este camino,
y solamente,
estoy pasando por los mismos sitios,
pero sonriendo y a tu lado.