1.10.15

Filo de acero

Conservaba el brillo de su mirada, nunca lo había perdido, y nunca lo pensaba perder. Sabía que no iba a ser fácil, que no le iba a servir nada de lo que sabía, pero estaba segura de que obtendría su recompensa.
No le sobraban fuerzas, estaba todo calculado. Así sería perfecto.
Pero de repente, apareció él, con sus halagos, sus silencios y sus abrazos.
Rompió la cuchilla y se quedó en la Tierra, ya no quería dañar a nadie.