7.7.17

Duele

Porque escribir duele,
pero duele más pensarte
y no poder besarte.

Saber que el arte que corría
por tus venas azules de princesa
riega ahora campos vacíos de sentimientos.

Que la luz de tus ojos negros
no va a volver a iluminar los míos.

Que mi mano no va a volver
a la tuya por las noches.

Y por eso,
con el corazón desierto de sangre,
los brazos abatidos,
y las lágrimas escondidas;
te suplico que vuelvas,
que no me dejes sola.

Que si te vuelves,
por lo menos,
esta vez,
llévame contigo.