Inviernos que son primaveras y
cafés que son medicamentos.
Existen seres que son vida,
y otros que son muerte.
Y yo soy sombra,
hielo y cuchillo.
Porque tu sonrisa,
esa (puta) sonrisa
que rompe mis promesas,
se extinguió.
Y
estoy
perdida.
Nadie me encuentra,
porque tampoco me buscan.
Me faltan palabras.
Y las pocas que digo,
ni las escuchas.
Retumban sobre mí.
Eco sobre cenizas de alegría.
Y duermo, porque,
de todas mis pesadillas
tu distancia es la peor.
Grito, grito y grito.
Y estás tan lejos
que ni te vuelves.
Aunque no sé,
acaso si estuvieses a un beso,
a un metro o a un suspiro,
¿te girarías?
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