no es capaz de dormir
en las misma sábanas
que mi piel
mis ojos sólo son
capaces de iluminarse
con otros que aunque los ven,
no se les ocurriría mirarlos.
y recorro las tarde de sol
y respiro las mañanas de niebla
pidiendo perdón a la niña
que regañaba a las olas
si se llevaban sus ilusiones.
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