12.12.16

Fracaso

Para quien hace lo que debe,
en vez de lo que quiere.
Para mí.

Ayer se calló mi violín a la vez que el piano.
El cuaderno azul está olvidado,
ya nadie le escribe poemas.
Y los esquís y la cámara marginados.

Mientras, yo estoy sentada,
memorizando
que la respiración celular de la multiplicación vectorial de Felipe II tiende a infinito.

Y sé que he fracasado,
como persona, como futuro.
Porque me da igual cualquier cosa
que se pueda buscar en libros,
cualquier problema que ya esté resuelto.

Soy demasiado difusa,
demasiado tres por cuatro o
seis por ocho.
Mucho arco y poca resina.
Muy lápiz en papel y
muy poco boli en cuadrícula.

El esfuerzo de una carrera con
el dolor de un esguince.

La niebla,
y sus retratos en las equinas.
La luz,
y su añoranza en el invierno.

Un todo que se convirtió en nada.
Un yo, que se convirtió en cualquiera.


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