Dime que anoche no eras tú
la que estabas en el bar
empapando en licor
los recuerdos del amor
que flotan en el dolor
y no te dejan respirar.
Dime que acabaste la copa y
no volviste a sus brazos
porque te acodaste
de sus cuchillos afilados.
Dime que ya has borrado su número,
sus manchas moradas en tu piel,
y promete,
que no volverás a llamar vida mía
a nadie que te rompa otra vez.
Que vas a gritar bien alto
que eres más libre que el Sol.
Que te juntas con quien quieres,
sin pedir permiso a nadie,
porque eres de ti misma,
reina de la libertad.
Y levanta la cabeza, amor,
que todo el daño que vive en tus ojos
mate, a ese maldito amor.
29.1.17
Maldito amor
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