12.8.17

Poema XII

Y me escondo en líos de una noche,
en tequieros cuando voy borracha.
En megustas pero no teamos.

Me río de las historias de amor,
de los novios que pasan juntos
más de tres inviernos,
con sus veranos,
otoños y primaveras.
Amantes que han olvidado la cuenta
de las semanas que llevan juntos,
y sueñan.
Imaginan vivir junto al mar,
hacer tres millones de niños
y esperan volver a ver caer la nieve
en la playa que el temporal arrasó.

Y sonrío cuando me preguntan
si tengo novio, si me voy a casar.
Porque hasta ellos saben,
que no soy capaz
ni de pronunciar el verbo amar.

Y por eso me río, sonrío
para al final acabar llorando.
Porque la tristeza impide,
entre las lluvias de lágrimas,
ver a quien amas;
ni siquiera,
delante de un espejo cualquiera
arropada con vestidos
como la princesa del cuento,
que ni me atrevo a empezar.

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