Hacia ningún abismo.
Pero con la certeza,
de que tus pies,
no rozan tierra firme.
Y respirar,
el aroma de tu sonrisa;
y colocarme,
con la paz de tu mirada.
Ser tu punto y final,
porque
para qué vas a cambiar de libro,
si ya me has encontrado.
Y dejarnos creer,
que mañana estaremos,
cuando esta noche,
el ritmo lo marcan
balas que llevan escrito:
"ayer".
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