hay un mar en mi almohada
que acompaña a las estrellas,
y yo me dejo bañar y mecer
y yo me dejo pensar y crecer
compruebo que las horas pasan,
ordenando los minutos,
calibrando los segundos.
pero me dejo crecer,
sólo yo sé,
que me estoy dejando crecer.
por eso que cuando lloro me transporto y me transformo
a cualquier lugar donde fui feliz
y me dejo sentir miedo.
me curan las heridas caricias ya pasadas
y me sujetan el pelo manos ahora agrietadas.
pero me estoy dejando crecer,
sólo yo sé,
que me estoy dejando crecer
a veces son las canciones de Serrat
en los labios de mi padre.
a veces las caricias de una madre
en el arco de la nariz.
y caen ríos de agua tibia
que arrastran lo que no duele
y mecen hasta domir.
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